Crímenes de Odio
Amenazan a Hospitales de EEUU que Atienden a Jóvenes Trans
Diversos hospitales de Estados Unidos que ofrecen tratamientos de confirmación de género para jóvenes trans han sido blanco de un aluvión de amenazas de bomba, correos electrónicos intimidantes y llamadas telefónicas violentas, como parte de una campaña transfóbica de activistas antiderechos.
Un grupo de prestigiadas organizaciones médicas y hospitalarias hicieron un llamado al gobierno del presidente Joe Biden para que ponga fin a esta ola de acoso transfóbico, que pone en peligro la prestación de servicios médicos especializados en adolescencias y juventudes trans.
La Academia Americana de Pediatría (AAP), la Asociación Médica Americana (AMA) y la Asociación de Hospitales Infantiles (CHA) enviaron una carta al fiscal general del Departamento de Justicia, Merrick Garland, para que investigue a los responsables de esta campaña de amenazas.
Además, exhortaron a los medios de comunicación y a las redes sociales a que trabajen más para prevenir las campañas de desinformación que engendran la violencia y la transfobia.
«Desde Boston hasta Akron, pasando por Nashville y Seattle, los hospitales infantiles, los sistemas de salud académicos y los médicos están amenazados por ofrecer servicios de salud basados en la evidencia científica”, advirtieron estas organizaciones que, en conjunto, representan a unos 270 mil médicos de más de 220 hospitales en la Unión Americana.
Varias redes sociales (como Libs de TikTok) y políticos republicanos de extrema derecha (como Marjorie Taylor Greene) promueven la falsa afirmación de que los hospitales pro-trans realizan cirugías de reafirmación de género a menores de 18 años, a pesar de que no están permitidas por la ley.
El presidente de la Asociación Médica Americana, Jack Resneck, manifestó que todos los médicos y trabajadores de la salud tienen derecho a un entorno seguro, fuera de peligro y libre de intimidación o represalias en sus centros de trabajo; por lo cual condenó a los grupos que promueven el odio y la desinformación tóxica.