Crímenes de Odio
Alerta Roja para Poblaciones LGBTTTI en Estado de México
Las acciones criminales registradas recientemente contra personas LGBTTTI del Estado de México, encienden la alerta en una entidad que históricamente ha sido reacia a reconocer los derechos de la diversidad sexual y de género.
En menos de un mes, en territorio mexiquense ocurrieron cinco asesinatos de personas LGBTTTI. Pareciera que estas agresiones responden al reconocimiento de derechos que tras varias décadas han obtenido los colectivos de la diversidad sexual, pues se cometieron luego de que el pasado 11 de octubre el Congreso local aprobó el matrimonio igualitario.
El preocupante incremento de la violencia motivada por su orientación sexual o identidad de género es consecuencia de los discursos de odio lanzados por grupos antiderechos y fundamentalistas que durante largo tiempo cabildearon y amedrentaron al Poder Legislativo local para impedir avances en la materia.
La omisión e indiferencia gubernamental para investigar y castigar estas agresiones, constituye un caldo de cultivo propicio para esta ola de criminalidad e impunidad.
En este escenario, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), a través de su Dirección Nacional de Diversidad Sexual, condena los ataques que terminaron con las vidas de Jessica, Carlos, Karen, Karina y una compañera trans cuyo nombre aún se desconoce.
Como fuerza política libertaria, el PRD no dejará de impulsar, tal como lo hizo durante los últimos 12 años con el matrimonio civil igualitario, la progresividad de derechos en el Estado de México, y reiteramos nuestro acompañamiento a la sociedad civil organizada que sin duda ha desempeñado un papel clave para reducir la brecha de desigualdad en el ejercicio de derechos para todas las personas sin importar su orientación sexual o identidad de género.
Demandamos a las autoridades investigar y castigar conforme al Estado de Derecho estos crímenes que laceran la dignidad de un movimiento político y social que busca construir una nación más justa e igualitaria y contrarrestar los embates de grupos heteropatriarcales que desde el oscurantismo pretenden terminar con la diversidad propia de las sociedades del siglo XXI.
