La Falsa Dicotomía del XX y XY

Ultraderechas, elegebeteifóbicos y negadores de derechos acuden frecuentemente al argumento biologista de los cromosomas sexuales para justificar sus discriminaciones, al asegurar que sólo existen XX (hembras) y XY (machos). Que no te engañen, la vida no es blanco y negro.

Las combinaciones XY (macho) y XX (hembra) en la lengua biológica se quedan cortas, ya que también existen sujetos XO, que solo poseen un cromosoma X; y sujetos XXX, también llamados “superhembras”.

Hay casos de algunas deportistas olímpicas, como la española María José Patiño, una mujer XY cuyo cuerpo nunca desarrolló rasgos masculinos. En su pubertad sus testículos atrofiados comenzaron a producir estrógeno (la supuesta “hormona femenina”), tal como como lo hacen los de todos los varones, lo cual hizo que sus mamas crecieran, su cintura se estrechara y su cadera se ensanchara.

A pesar de tener un cromosoma Y (supuestamente “masculino”) se había desarrollado como una mujer. Ya vemos que es mentira hablar en términos binarios acerca de los cromosomas sexuales.

El porcentaje de este tipo de condiciones es alto en la población, aunque invisibilizado. Lo mismo pasa con los intersexos: según estadísticas internacionales, el 1.7% de la población nace intersexual, un número mucho mayor al menguado 0.005% de los albinos, una condición humana que todos hemos visto alguna vez.

La ciencia es un espacio de creatividad empírica que debe aprender a mirar con mayor enfoque. Hoy más que nunca podemos decir que la clasificación sexual del XX y XY no es sino lo explícito de nuestra gráfica biológica de las fallas. Un diseño atrofiado y reducido que ya no nos soporta ni el cuerpo ni la forma del relato (bio) gráfico que hasta hace poco nos parecía constituir.

Que no te engañen, la vida no es blanco y negro, pero tampoco es un arcoiris de pura felicidad despolitizada.

• Texto basado en el artículo del genetista molecular Jorge Díaz, publicado el 12 de julio de 2017 en el portal elmostrador.cl