Las Quinceabuelas Trans

Por primera vez en la ciudad de México, una parroquia católica abrió sus puertas y su altar a la comunidad trans mexicana, al oficiar una misa de acción de gracias a 18 adultas mayores trans, quienes celebraron una fiesta de XV años que no pudieron tener en su momento, porque las identidades trans no eran socialmente aceptadas.

Ataviadas con coloridos vestidos de quinceañeras, las 18 mujeres trans, de entre 55 y 72 años de edad, se dieron cita el pasado sábado 3 de junio en la Parroquia de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo de la colonia Juventino Rosas, en la alcaldía Iztacalco, de la ciudad de México.

A pesar de que la Iglesia Católica ha sido una institución históricamente transfóbica que denosta la diversidad sexual y de género, un sacerdote católico ofreció la misa a estas 18 adultas mayores trans, a quienes siempre se dirigió con pronombres femeninos, les hizo llegar mensajes de esperanza, les ofreció la comunión y las bendijo.

«Antes no podíamos entrar a la iglesia, nos rechazaron, pero ahora entramos. Es un gran paso histórico, estamos sentando precedente», afirmó la activista trans Denisse Valverde, organizadora del evento. En tanto, Antonia Hernández “La Chika Maravilla”, exigió respeto para la comunidad trans, ya que “somos personas y tenemos el mismo derecho a existir”.

Después de la misa, las 18 adultas mayores fueron agasajadas por unas 300 personas, entre parejas, amigos, familiares, aliados y activistas, en una tradicional fiesta de XV años que se llevó a cabo en el Salón de los Espejos, situado en la colonia La Cruz Coyuya, en la alcaldía Iztacalco de la CDMX.

Las quinceabuelas fueron presentadas y coronadas una a una; bailaron “El Vals de las Mariposas”, con una coreografía de su amigo Jesús Rodríguez “el maestro Chavira”; y luego cada una bailó con sus padrinos, madrinas e invitados. La cena consistió en un delicioso adobo, codito a la crema, ensalada de manzana y el tradicional pastel de XV años.